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La presa del Golondrón está en los planes prioritarios del Gobierno de Extremadura

CAMPO/EMPRESAS
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el consejero de agricultura en Don Benito
La presa del Golondrón proyectada sobre el río Guadámez, en el término municipal de Don Benito, se encuentra entre los planes prioritarios del Gobierno de Extremadura, según asegura el concejal dombenitense Agricultura, José Manuel Mera.


 
Se trata de una presa de gravedad de hormigón de planta curva y unos 50 m de altura que crea un embalse de 100 Hm3 y 450 has. de superficie y permite obtener una aportación regulada anual de 40 Hm3.

Este aprovechamiento tiene una ubicación estratégica en la zona extremeña de la cuenca del Guadiana, ya que permite (mediante un canal que la conectará esta presa  con el canal del Zújar) disponer de recursos adicionales en el centro de gravedad del consumo agrícola de la zona.

El sistema de riego actual está muy consolidado y se basa en un uso sucesivo del agua (los retornos de riego de las zonas altas se emplean de nuevo en el riego de las zonas bajas a modo de capas de cebolla). El retorno final se deja discurrir hacia Portugal y sirve para el cumplimiento del cupo anual establecido en el convenio de Albufeira, informa Mera.

Con la construcción de la presa se liberaría al primer tramo del canal del Zújar de la necesidad de transportar 40 Hm3, lo que permitiría poner en riego las zonas de concentración parcelaria ya finalizadas de Zújar Mengabril y del triángulo Don Benito-La Haba-Villanueva (en total casi 5.000 has. adicionales en la zona regable de Zújar) con una calidad de tierra excelente y en una zona con estructuras de comercialización perfectamente consolidadas, añade el concejal.

Todas estas zonas están en la planificación agraria de la Junta de Extremadura con una prioridad máxima y el actual Equipo de Gobierno de Extremadura se encuentra volcado en esta actuación, asegura.

Adicionalmente, y puesto que el agua se capta a mayor cota, se ahorraría la energía necesaria para el riego de 2.500 has. (que lo serían por aspersión natural, usando la infraestructura existente). El resto de aportación regulada, no utilizada localmente en la zona de Zújar, formaría parte de la que se pone a disposición del sistema global, lo que permitiría liberar recursos actualmente y destinarlos a nuevos riegos de apoyo a cultivos sociales como la vid y el olivo, (se estima que con una dotación de 1.500 m3/ha sería posible mejorar la producción en unas 15.000 has.)

La única alternativa a este conjunto de usos pasaría por construir una nueva conducción que permitiera traer el agua desde el embalse de la Serena hasta la zona de Barros, con un coste estimado del orden de 8 veces más que el previsto para la presa del Golondrón, que se estima en unos 35 millones de euros, incluyendo en dicha cifra el coste de construcción del canal del Golondrón que conecta la presa con el canal del Zújar.


No existe en toda la cuenca del Guadiana un aprovechamiento que presente la rentabilidad inmediata de éste (sobre todo en términos marginales) debido principalmente a su estratégica posición geográfica e hidráulica (por no hablar de su contribución a la disminución de daños como consecuencia del efecto laminador de avenidas que todo embalse tiene), sigue informando Jose Manuel Mera.

A estos efectos cabe señalar que las ratios actuales de coste unitario por m3 regulado son muy favorables para este aprovechamiento (del orden de un 25-30% más ventajosas que en presas actualmente en construcción) y puesto que el agua regulada tiene un aprovechamiento encadenado (zona regable de Zújar-retorno al río-riego de particulares en la ribera del Guadiana-retorno al río-riegos en la zona de Vegas Bajas-retorno al río-entrada en Portugal y contabilización como parte del cupo del convenio de Albufeira) su productividad es muy alta (puede estimarse en unos 0,09 €/m3 y año).

Además la reducción de coste energético que suponen las 2.500 has. que pasarían a regarse por aspersión natural supone otros 350.000 € para los 11 Hm3 de consumo medio anual de esa superficie.

Por tanto el retorno anual bruto de la inversión es de 3.900.000 € anuales, lo que supone unos ratios de período de recuperación mucho más favorables que los valores medios actualmente obtenidos en otras inversiones similares.

El coste de construcción y explotación sería repercutible a todos los usuarios de la zona occidental del Guadiana (ya que los beneficios del aprovechamiento lo son para el conjunto del sistema), lo que hace que la repercusión unitaria sea mucho más reducida que con alternativas más locales que deberían ser sufragadas en exclusiva por los nuevos usuarios, lo que  las hace económicamente inviables.

Como uso adicional, de más difícil cuantificación económica, debe reseñarse la ventaja de disponer de un plano de agua casi permanente a menos de 20 km de la conurbación formada por Don Benito y Villanueva de la Serena (que considerada de manera conjunta suponen cerca de 60.000 habitantes) a los efectos de usos recreativos.

La experiencia también señala que este tipo de embalses tiene un efecto muy beneficioso en la fauna aledaña (singularmente en lo que se refiere a aves) porque permite fijar poblaciones que de otro modo se verían sometidas a la irregularidad climática inherente a la zona, concluye el concejal de Agricultura.

La presa del Golondrón está en los planes prioritarios del Gobierno de Extremadura