El PP de Badajoz condena y reprocha las pintadas insultantes que han aparecido en las calles de Zalamea de la Serena en contra del partido, sus representantes y votantes.

 

Los sujetos que se han dedicado a "ensuciar y afear" las calles de Zalamea, que son para uso y disfrute de todos sus vecinos, han dirigido insultos a los representantes y votantes populares, "a sus propios vecinos que libremente deciden a quien dar su confianza y voto, en una clara falta de respeto hacia los valores y principios democráticos."

 

Los populares de la provincia de Badajoz lamentan que "aquellos que carecen de proyectos, de programas serios y realizables, que aquellos que no tienen argumentos e iniciativas para mejorar el futuro y calidad de vida de sus conciudadanos, no tengan más salida que la difamación y el destrozo del mobiliario urbano para hacerme notar durante la campaña electoral".

Asimismo, el PP provincial pacense quiere mostrar todo su apoyo a los miembros del partido en el municipio, al alcalde y candidato a la alcaldía de Zalamea, José Antonio Murillo, así como a su familia, no siendo la primera vez que un representante del Partido Popular sufre el acoso de este tipo de actos vandálicos, pues ya en septiembre de 2014 nuestro concejal, José Luis Gilgado, vio como su casa era atacada durante la noche con botes de pintura.

En este sentido, la familia del PP de Badajoz ha explicado que va a seguir trabajando sin amedrentarse ante este tipo de ataques sin sentido, que no hacen más que "menospreciar" el libre juego democrático y las libertades ideológicas, según sus propias palabras.

Es por ello que los populares de Badajoz, Cáceres y Extremadura en su conjunto han aseverado que van a continuar con su campaña limpia, pueblo a pueblo y calle a calle, escuchando a los extremeños, explicando los hechos y realidades de sus políticas, programas y proyectos, sin insultar al contrario ni despreciar la democracia de la que todos disfrutamos.

Finalmente, el PP de la provincia de Badajoz confía en que la justicia y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado actúen de forma que el peso de la ley, en la medida que corresponda, caiga sobre los responsables de estos actos sin sentido ni justificación.