La estatua del conquistador Hernán Cortés situada en su pueblo natal, Medellín (Badajoz), ha amanecido hoy manchada con pintura roja debido a un acto vandálico ocurrido esta misma madrugada. Gracias a la información servida por la Agencia EFE, la noticia es portada de las ediciones digitales de los medios de comunicación regionales y nacionales.

VÍDEO DE LA ESTATUA MANCHADA

La Guardia Civil investiga los hechos, puesto que al lado de la escultura que preside la Plaza en honor al descubridor de México han aparecido unos panfletos que reivindican la retirada de “la cabeza despojada de un indio” que hay bajo el pie izquierdo de la figura de Cortés; unos panfletos firmados literalmente por “ciudadanos anónimos”.

El mencionado panfleto se refiere a la escultura como “la glorificación cruel y arrogante del genocidio y un insulto al pueblo de México”. Los autores de este hecho aluden en su comunicado a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México y al hecho de que precisamente hoy se dispute un partido de fútbol entre España y México y por eso “añadimos el color de La Roja”.

Los vecinos de Medellín están indignados, se referían al hecho como “salvajada”, los más mayores incluso lloraban ante la estatua y estudian llevar a cabo una concentración de repulsa a este hecho que daña un monumento con 120 años de antigüedad.

Los autores, cuya identidad se desconoce, y que además han derramado pintura sobre el escudo de México, han dejado algunos rastros del incidente, como un bidón de pintura, una brocha y un cubo, además de los citados panfletos.

En el comunicado reivindican “ofrecer una revisión de la escultura expuesta en Medellín, villa natal de Hernán Cortés” e informan que en el monumento “pueden observarse símbolos que representan a las instituciones política, religiosa y militar junto a la cabeza despojada de un indio que está bajo el pie de Cortés” a quien califican de “asesino pobre”.

Asimismo denuncian que "la cabeza del indio posee un tratamiento plástico diferente, más tosco, menos realista y con carácter semihumano en comparación con el de la figura dominante”. Los autores se preguntan qué opinan las instituciones representadas y justifican su actuación por “ética como valor estético fundamental cuestionando el contenido, sin discutir su valor histórico y sin afán alguno de destrucción o daño”.

El referido panfleto indica que con motivo del bicentenario de la independencia de México se celebran diversos actos entre los que destaca el partido de fútbol entre España y el combinado mexicano y en este sentido manifiestan que “es probable que los jugadores no sepan que, curiosamente, el conquistador Hernán Cortés se exhibe en la plaza de su pueblo con una bola entre los pies” (en alusión a lo que llaman "la cabeza del indio").

Asimismo por esto justifican el derramamiento de pintura “pensando que añadiéndole el color de La Roja, y aprovechando la bola entre los pies, enriquecemos esta triste caricatura”. “La estatua, que resurgirá cuando desaparezca la pintura, es una ofensa al pueblo de México, por lo que debemos reparar con máxima urgencia nuestro insulto, esta glorificación cruel y arrogante del genocidio”, continúa el panfleto que en ese fragmento del mismo da a entender que es obra de españoles.

Exigen la sustitución de “esta representación fascista de Hernán Cortés por otra, como un monumento a todos los caídos en estas invasiones, en el que también se trate con dignidad al pueblo vencido en aquella agresión”. Por último dedican el acto a “una amiga de la capital mexicana, que lloró, vomitó y nos hizo sentir vergüenza el día que la llevamos a la bonita localidad de Medellín”.

El alcalde de Medellín, Antonio Parral, sitúa el incidente entre las 3 y las 6 de la mañana; de hecho algunos actores que en estos días ensayan una obra teatral sobre la fundación de la villa por los romanos aseguraron haber pasado por el lugar después de las 2 de la mañana y no haber observado “nada raro”, y con posterioridad a las 6 se produce un tránsito especial de trabajadores por la zona debido a las faenas agrícolas de la población. El Ayuntamiento de Medellín ya ha puesto el hecho en conocimiento de las autoridades patrimoniales competentes con vistas a llevar a cabo la restauración del monumento.