La fanega es una tradicional unidad de capacidad para áridos.
La palabra fanega deriva del árabe hispano: faniqa, medida de áridos y este del árabe clásico: fanïqa, saco para transportar tierra. Esta unidad de medida sigue utilizándose en nuestro medio comarcal en las transacciones agrícolas a pequeña escala y es suficientemente conocida en el ámbito rural. A pesar de que leyes y decretos prohibieron el uso de las antiguas medidas tras la implantación del sistema métrico decimal, estas siguieron utilizándose. No hace muchos años en las escrituras de fincas se continuaba expresando las medidas en fanegas. Una fanega de tierra era la superficie que se sembraba con la capacidad de una fanega de cereal. Quizás esta pervivencia en el uso de antiguas medidas, se deba al deseo consciente o inconsciente del pueblo por no perder sus antiguos conocimientos transmitidos por tradición oral de generación en generación.
Aunque específicamente es una medida de capacidad para áridos no solo sirve para medir cereales o legumbres sino también determinados productos como la cal o la sal que pese a que podían medirse por su peso, era más frecuente hacerlo por su volumen, posiblemente porque resultaba más cómodo y fácil construir los instrumentos, en este caso la pieza que presentamos, para hacer las medidas. De hecho, en algunas zonas de la vecina
Portugal hoy en día es frecuente que productos como garbanzos o judías se vendan indistintamente por peso o por volumen.
Si se equipara con líquidos equivale a 55`5 litros, aunque puede variar según las zonas geográficas.
La pieza que presentamos forma parte de la exposición de pesos y medidas ubicada en los antiguos doblados de la casa del museo y ahora sala de agricultura, ganadería, pesca… Nuestra fanega convive con otras unidades de medidas como balanzas, romanas, básculas, pesas, cuartillas o celemines. Está fabricada en madera y presenta refuerzos metálicos muy interesantes con formas vegetales que rematan las esquinas dando solidez al ensamblaje de las piezas de madera, fueron concebidos en su momento para ofrecer mayor duración y no están faltos de belleza estética.
La fanega se acompaña de un rasero, elemento imprescindible para medir los áridos de mayor precio, ya que servía para “rasar” la superficie del recipiente, es decir, para eliminar la cantidad sobrante que se acumulaba arriba. Cuando los productos que se medían eran baratos, su uso no era necesario, pues se vendían colmados.
La pieza, herencia de su familia dedicada durante varias generaciones a la agricultura, fue donada al museo por Don José Paredes Fernández.
El museo etnográfico de Don Benito tiene como pieza del mes de junio a la fanega, utensilio de medida de capacidad.
La fanega es una tradicional unidad de capacidad para áridos. La palabra fanega deriva del árabe hispano: faniqa, medida de áridos y este del árabe clásico: fanïqa, saco para transportar tierra. Esta unidad de medida sigue utilizándose en nuestro medio comarcal en las transacciones agrícolas a pequeña escala y es suficientemente conocida en el ámbito rural.
A pesar de que leyes y decretos prohibieron el uso de las antiguas medidas tras la implantación del sistema métrico decimal, estas siguieron utilizándose. No hace muchos años en las escrituras de fincas se continuaba expresando las medidas en fanegas.
Una fanega de tierra era la superficie que se sembraba con la capacidad de una fanega de cereal. Quizás esta pervivencia en el uso de antiguas medidas, se deba al deseo consciente o inconsciente del pueblo por no perder sus antiguos conocimientos transmitidos por tradición oral de generación en generación.
Aunque específicamente es una medida de capacidad para áridos no solo sirve para medir cereales o legumbres sino también determinados productos como la cal o la sal que pese a que podían medirse por su peso, era más frecuente hacerlo por su volumen, posiblemente porque resultaba más cómodo y fácil construir los instrumentos, en este caso la pieza que presentamos, para hacer las medidas. De hecho, en algunas zonas de la vecina
Portugal hoy en día es frecuente que productos como garbanzos o judías se vendan indistintamente por peso o por volumen. Si se equipara con líquidos equivale a 55`5 litros, aunque puede variar según las zonas geográficas.
La pieza que presentan forma parte de la exposición de pesos y medidas ubicada en los antiguos doblados de la casa del museo y ahora sala de agricultura, ganadería, pesca… Nuestra fanega convive con otras unidades de medidas como balanzas, romanas, básculas, pesas, cuartillas o celemines.
Está fabricada en madera y presenta refuerzos metálicos muy interesantes con formas vegetales que rematan las esquinas dando solidez al ensamblaje de las piezas de madera, fueron concebidos en su momento para ofrecer mayor duración y no están faltos de belleza estética.
La fanega se acompaña de un rasero, elemento imprescindible para medir los áridos de mayor precio, ya que servía para “rasar” la superficie del recipiente, es decir, para eliminar la cantidad sobrante que se acumulaba arriba. Cuando los productos que se medían eran baratos, su uso no era necesario, pues se vendían colmados.La pieza, herencia de su familia dedicada durante varias generaciones a la agricultura, fue donada al museo por José Paredes Fernández.
Viernes, 01 Junio 2012 | 
