Andrés Retamal Ojeda, estudioso del urbanismo, ha sumado a sus libros sobre la arquitectura popular de Villanueva de la Serena y Don Benito una obra similar, pero sobre Guareña.

 

Según Retamal, Guareña ha sufrido menos presión urbanística que Villanueva y Don Benito y por tanto conserva más ejemplos de edificios y casas propias de nuestra comarca, de lo que él denomina como “arquitectura del llano”. Una arquitectura apaisada, pegada a la tierra y al clima árido y seco de esta zona con dependencias ligadas a la actividad agrícola.

 

El libro contiene seis capítulos, donde Retamal no solamente alude a la Historia de Guareña, sino a sus alcaldes, a las casas con portada de cantería y a maestros de obras y arquitectos que han ido creando escuela en esta villa.

Pero la inquietud de Retamal no se limita a este nuevo libro, sino que alude al recientemente aprobado plan general de urbanismo de Don Benito; un plan que permite 25 metros de profundidad en la misma planta en edificación, lo que da al traste con la arquitectura “de patio”, muy característica en la edificación tradicional de Don Benito y que es referente principal, por ejemplo, en el estudio ganador del concurso Europan sobre el solar del hospicio.

Según Andrés Retamal, los patios ayudan a crear un microclima en Don Benito. Además, sobre este plan urbanístico, Retamel critica que se hayan descatalogado la mitad de los 134 edificios inicialmente objeto de protección, y que se han reducido a 64. Edificios como el teatro Imperial o la casa de la calle Groizard (“la casa solariega más bonita de Don Benito”) ya no están protegidos, asegura.