Alejandro Patilla, con apenas diez años, lleva la música en sus venas. Con padres músicos, ha vivido su corta vida entre partituras, instrumentos y conciertos. Ahora, es él quien se está convirtiendo, casi sin darse cuenta, en un profesional de la música.

 

Su madre, María Luisa, forma parte de la Agrupación Coral de Don Benito y está siendo la impulsora de los estudios del pequeño y su mayor apoyo. Siguiendo sus pasos, Alejandro hace dos años que comenzaba sus primeros ensayos con la Coral aunque hacía ya varios años que asistía a los conciertos de la agrupación.

 

Alejandro tiene ya un hueco como soprano en cada actuación. Como niño que es, nos cuenta que además de cantar, le gusta la Coral por los viajes que hacen para cada concierto. "Actuamos en muchos sitios no solo en Don Benito y me gusta viajar".

A esto hay que añadirle su pasión por el piano. Este pequeño músico hace seis años que comenzó sus clases en el Conservatorio Profesional de Música de Don Benito. Allí comenzaba sus primeros contactos directos con los estudios de música y dos años después, se decantaba por el piano para continuar sus clases. Según sus propias palabras, el piano es todo un clásico y "me gusta como suena".

Recién acabado el curso, Alejandro ha dejado a un lado sus horas de estudio y es que, en los últimos meses además de una hora diaria en casa dedicada al piano, asiste a una clase práctica de este instrumento a la semana y dos horas también de lenguaje musical que compagina con sus clases de inglés.

Así que, de momento, como no todo va a ser estudiar, en las próximas semanas piensa disfrutar del verano, como cualquier chaval de su edad. Además de dedicarle más tiempo a sus otras aficiones como son la lectura y la natación, sus hermanos y el resto de su familia ocuparán gran parte de su tiempo. La playa y la piscina le esperan.

A la vuelta, ya pensará en estudiar de nuevo y dedicarle al menos alguna que otra hora de repaso a la música durante el verano. Así que de momento: ¡Felices vacaciones, Alejandro!