La labor de captación de socios del histórico club del Arenas de Guecho de Vizcaya, recién ascendido a Segunda División B, puede decirse que esta vez ha ido demasiado lejos, al menos geográficamente hablando.

Hace solo unos días, un vecino de Don Benito, Manuel Calvo, repasaba los apuntes de su cuenta bancaria y descubrió, para sorpresa suya, que tenía un cargo de 150 euros del equipo vasco, al que desconoce.

En principio supuso que el importe había sido cargado por el Club Las Arenas, una entidad recreativa de Don Benito a la que pertenecen él y su mujer. Ya en el banco comprobó que no, que el cargo había sido realizado nada más y nada menos que por el Arenas Club de Guecho.

Inmediatamente dio orden a su banco para que devolviera dicho recibo, pero, para mayor sorpresa, lo que atribuyó inicialmente a una confusión por coincidencia en el nombre del club, se transformaba en un episodio algo “surrealista” al recibir por correo no solamente el carnet de abonado, sino una chapa abrebotellas del club y una carta del propio Arenas de Guecho que finalizaba firmada por su presidente así: “Para despedirme, te adjunto un pequeño detalle que ayudará a tener siempre presente a nuestro club (imán abridor de botellas), recibe un cordial saludo”. Todo ello con la dirección destinataria de Don Benito, número y calle, absolutamente correcta.

Manuel Calvo llegó hace algo más de treinta años a Don Benito, con su mujer, Montse, destinados ambos como profesores al Instituto Donoso Cortés. Él como profesor de Latín y Griego y su esposa de Literatura y Latín. En estos años admite que no le había pasado nada igual. “Me gusta el fútbol, soy socio del Real Madrid, aunque no me beneficio del carnet madridista, sino que lo usa mi hijo por mí ante la imposibilidad de desplazarme yo al Bernabéu, pero no conocía para nada al Arenas de Guecho”, relata Manuel, gran aficionado al fútbol.

Aunque ha sido Manuel quien ha querido contar la historia, lo más rocambolesco es que el carnet del Arenas de Guecho viene a nombre de su mujer, que no es aficionada al fútbol. Puesto al habla con el Arenas Club de Guecho, la entidad vizcaína no acierta a explicar a qué puede deberse esta confusión, relata el afectado, quien a la vez está preocupado porque sus datos (los del banco incluidos) puedan estar al alcance en este caso, y supuestamente, del club. Eso si no se trata de alguna usurpación de identidad del citado equipo de fútbol.

Para ambos queda al menos la anécdota de poseer, aunque no lo utilicen, el carnet de abonado número 562 de un club histórico en sus inicios, que llegó a ser campeón de la Copa de España al derrotar en la final al Barcelona, para satisfacción, esta vez sí, del madridista dombenitense protagonista de esta historia.