Tal y como estaba previsto, la expedición partió desde Medellín con rumbo a Burgos, ciudad a la que llegó a las 12:00 horas. Los expedicionarios pasearon por las calles céntricas de Burgos y aprovecharon para almorzar, degustando especialidades culinarias de la zona.

Además, visitaron la catedral, con el apoyo de audioguías y se adentraron en el monumental Museo de la Evolución Humana, donde tuvieron la oportunidad de conocer el incomparable marco descriptivo de la genealogía del homo sapiens y de las aportaciones que a este desarrollo científico han hecho los investigadores de los yacimientos de Atapuerca. Al finalizar la visita, se formaron diferentes grupos que decidieron pasear y conocer el centro de la ciudad a la vez que repusieron fuerzas a base de tapas ofrecidas por la hostelería local. Gran parte del grupo se fue a dormir pronto para recuperar fuerzas, con vistas a la intensa jornada que les esperaba el día siguiente.

Ya el domingo, los vecinos de Medellín visitaron el Yacimiento de Atapuerca que no dejó indiferente a nadie por su majestuosidad, por la disposición en 'escaparate' en que se presenta y por todas las aportaciones que ha realizado y continúa realizando al desarrollo del conocimiento de la evolución del género homo, del  clima, de la flora y la fauna de Europa, etc. Por último se desplazaron al Centro de Arqueología Experimental. Por último, disfrutaron de una demostración práctica de las técnicas de encendido y conservación del fuego, como parte del proceso de dominio de este elemento por el hombre; dedicando un apartado a la funcionalidad del mismo y a su simbología a lo largo del proceso de evolución cultural.